Así fue el principio. Una gran explosión dio paso a la división del núcleo, obteniéndose dos células hijas con igual información genética. Esta información se fue expandiendo hasta los confines más recónditos del organismo. Según parece, se puede calcular la edad a partir de la velocidad con la que ésta se propaga.
Impresión Giclée
50×37,5
Papel Canson Infinity Arches Velin
Museum Rag 50×70